Frutas toxicas para gatos
Plantas venenosas para los gatos
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Para algunas mascotas, la comida es su parte favorita del día y cuando se trata de su gato, sin duda querrá asegurarse de que recibe la mejor dieta disponible y la nutrición adecuada que necesita.
Aunque los gatos llevan siglos entre los humanos, no se han adaptado a nuestra dieta tan bien como otros animales. Por eso es importante vigilar lo que comen. Algunos de los alimentos que son inofensivos para nosotros los humanos son tóxicos o perjudiciales para los gatos. Los alimentos que no están específicamente desarrollados para el consumo de los gatos pueden afectar a su sistema digestivo, provocando diarreas, vómitos o incluso daños internos.
En este artículo, trataremos algunos alimentos tóxicos comunes para los gatos, así como las consecuencias para la salud si su gato los ingiere. Después de leerlo, sabrá qué debe mantener fuera del alcance de su gatito. También sabrá qué hacer en caso de que su gato consuma uno de estos alimentos.
Al igual que en los humanos, el alcohol tiene un efecto directo sobre el hígado y el cerebro del gato. Sin embargo, debido a su pequeño tamaño, los gatos no necesitan consumir mucho alcohol para empezar a sufrir las consecuencias. El consumo de alcohol puede provocar en los gatos problemas respiratorios, vómitos, diarrea y, en casos extremos, un coma o incluso la muerte. Si cree que su gato ha consumido alcohol, póngase en contacto con su veterinario inmediatamente.
¿Qué alimentos humanos pueden comer los gatos?
Varios alimentos perfectamente aptos para el consumo humano pueden ser tóxicos para perros y gatos. En la última década se han notificado en todo el mundo casos de intoxicación asociada a alimentos que implican la ingestión accidental de chocolate y productos a base de chocolate, Allium spp. (cebolla, ajo, puerro y cebollino), nueces de macadamia, frutas Vitis vinifera (uvas, pasas, sultanas y grosellas), productos endulzados con xilitol, bebidas alcohólicas y masa de pan sin hornear. Los episodios de intoxicación se deben generalmente a la falta de conocimiento público de la grave amenaza para la salud de perros y gatos que pueden suponer estos productos. La presente revisión tiene como objetivo esbozar el conocimiento actual de los productos alimenticios comunes frecuentemente implicados en la intoxicación de pequeños animales, en particular de perros, y proporciona una visión general de los episodios de intoxicación reportados en la literatura.
La presente revisión pone de relieve el problema de la exposición de los animales pequeños, en particular los perros, a los alimentos potencialmente nocivos que suelen estar presentes en el hogar. Ha surgido una tendencia notable de exposición debido a la creciente popularidad del xilitol como edulcorante en varios productos. La obtención de un historial preciso de la exposición, el reconocimiento temprano de los signos clínicos y el establecimiento rápido de una terapia adecuada pueden mejorar en gran medida el pronóstico de los casos de intoxicación relacionada con los alimentos. Siguen existiendo grandes lagunas en el conocimiento público del peligro que ciertos alimentos pueden suponer para la salud de perros y gatos. Prevenir la exposición es la clave para reducir la incidencia de estos episodios de envenenamiento. Por lo tanto, es importante aumentar el conocimiento de los propietarios de mascotas con respecto a los alimentos que no deben darse a los perros y gatos y que deben almacenarse fuera de su alcance.
¿Pueden los gatos comer frambuesas?
Cuando se trata de su gato, debe asegurarse de que tiene el mejor tipo de comida para sus necesidades nutricionales. De vez en cuando, puede tener la tentación de darle restos de mesa y golosinas especiales, pero tenga en cuenta que ciertos alimentos pueden ser venenosos para él. He aquí algunos de los alimentos más tóxicos para los gatos.
Las cebollas, el ajo, las chalotas y las cebolletas pueden dañar los glóbulos rojos de su gato y provocar anemia. Estos alimentos suelen ser tóxicos cuando se consumen en grandes cantidades, pero la exposición a formas concentradas de cebolla o ajo, como la mezcla de sopa de cebolla o el ajo en polvo, también puede ser tóxica. Los gatos que presenten síntomas de letargo, debilidad, disminución del apetito, encías pálidas y orina de color naranja a rojo oscuro deben ser llevados al veterinario inmediatamente.
Al igual que en el caso de los humanos, el consumo de huevos o carne crudos puede provocar una intoxicación por salmonela o E. coli en los gatos. Los síntomas de la enfermedad varían, pero pueden incluir vómitos, diarrea y letargo. La salmonela y la E. coli también pueden transmitirse a los humanos, por lo que hay que tener cuidado de lavarse bien las manos después de cocinar y mantener al gato alejado de estos alimentos crudos. Los huevos crudos también contienen una enzima que puede provocar problemas en la piel y el pelaje. Evite también que su gato coma huesos crudos, ya que podría atragantarse con ellos, lesionarse el tracto digestivo o dañarse los dientes.
Envenenamiento de gatos
Antes de compartir una o dos bayas, no olvides que los gatos son carnívoros, lo que significa que dependen de la carne y no tanto de otros alimentos que los humanos consumimos a diario. Si quieres introducir las frutas en la dieta de tu gatito, infórmate de cuáles son adecuadas para los felinos y cuáles debes evitar.
¿Pueden los gatos comer frutas? | Manzana | Albaricoque | Plátano | Cantaloupe | Cereza | Durian | Uva | Frutas cítricas | Mango | Nectarina | Papaya | Melocotón | Pera | Piña | Ciruela | Granada | Fresa | Zarzamora | Frambuesa | Aguacate | Kiwi | Arándano | Verduras que en realidad son frutas | Tomate | Guisantes | Pepino | Judías | Calabacín | Calabaza | Aceituna | Pimiento | Maíz
Un hecho interesante es que los gatos no tienen receptores de sabor dulce. Eso significa que es poco probable que a su gato le interese el sabor de la mayoría de las frutas. Además, las frutas y las bayas no son tan densas desde el punto de vista nutricional en comparación con las verduras y, sobre todo, con la carne. Sin embargo, están llenas de agua, una parte esencial de la dieta de un felino.
Antes de ofrecerle a su gato una manzana o una naranja, asegúrese de entender cómo afectan las frutas a su salud. En la mayoría de los casos, el dulzor de las frutas y bayas procede de la sacarosa y la fructosa, dos azúcares simples que suponen un mayor trabajo para el páncreas de su gatito. Dado que los felinos dependen principalmente de las carnes magras, el azúcar suele ser un aditivo no deseado, que debe omitirse siempre que sea posible.
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