El origen del planeta de los simios castellano

Mowgli: la leyenda de la selva

El esquema de El planeta de los simios se originó en el guión, escrito originalmente por Serling, y fue sometido a muchas reescrituras antes de que se iniciara el rodaje[3]. Se habló con los directores J. Lee Thompson y Blake Edwards, pero el productor de la película Arthur P. Jacobs, por recomendación de Charlton Heston, eligió a Franklin J. Schaffner para dirigir la película. Los cambios de Schaffner incluían una sociedad de simios menos avanzada -y por lo tanto menos costosa de representar- que la de la novela original[4] El rodaje tuvo lugar entre el 21 de mayo y el 10 de agosto de 1967, en California, Utah y Arizona, con secuencias en el desierto rodadas en el lago Powell y sus alrededores, en la zona recreativa nacional de Glen Canyon. El coste final “cerrado” de la película fue de 5,8 millones de dólares.

A la serie original le siguió el remake de El planeta de los simios, de Tim Burton, en 2001, y la serie de reboots comenzó con Rise of the Planet of the Apes, en 2011[8]. En 2001, El planeta de los simios fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Películas de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser “cultural, histórica o estéticamente significativa”[9].

Proyecto nim

El esquema de El planeta de los simios se originó en el guión, escrito originalmente por Serling, y fue sometido a muchas reescrituras antes de que se iniciara el rodaje[3]. Se habló con los directores J. Lee Thompson y Blake Edwards, pero el productor de la película Arthur P. Jacobs, por recomendación de Charlton Heston, eligió a Franklin J. Schaffner para dirigir la película. Los cambios de Schaffner incluían una sociedad de simios menos avanzada -y por lo tanto menos costosa de representar- que la de la novela original[4] El rodaje tuvo lugar entre el 21 de mayo y el 10 de agosto de 1967, en California, Utah y Arizona, con secuencias en el desierto rodadas en el lago Powell y sus alrededores, en la zona recreativa nacional de Glen Canyon. El coste final “cerrado” de la película fue de 5,8 millones de dólares.

A la serie original le siguió el remake de El planeta de los simios, de Tim Burton, en 2001, y la serie de reboots comenzó con Rise of the Planet of the Apes, en 2011[8]. En 2001, El planeta de los simios fue seleccionada para su conservación en el Registro Nacional de Películas de Estados Unidos por la Biblioteca del Congreso por ser “cultural, histórica o estéticamente significativa”[9].

Orden del planeta de los simios

Charlton Heston, arrodillado en la playa con los puños golpeando la arena, maldiciendo a la humanidad ante una Estatua de la Libertad semiderruida. No hace falta aclarar que ésta es la secuencia culminante de la primera versión de El planeta de los simios (Franklin J. Schaffner, 1968), uno de los finales más memorables de la historia del cine.

Tan poderoso fue el impacto de ese enfrentamiento entre primates que la idea ha sido revisitada en numerosas ocasiones, ampliando el legado del escritor francés a cuya pluma debemos este clásico de la ciencia ficción. Y ello a pesar de que a Pierre Boulle, fallecido este mes hace 25 años, no le gustaba que su novela fuera clasificada como ciencia ficción. Una gran obra trasciende a su autor, cobrando vida propia, y su universo de simios lo hizo a partir de ese final que, irónicamente, no se incluyó en su libro. Por supuesto, en la realidad, Heston nunca se arrodilló ante una Estatua de la Libertad semiderruida… Pero empecemos por el principio.

Pierre Boulle (20 de febrero de 1912 – 30 de enero de 1994) era un hombre al que “no le gustaba hablar”, cuenta su yerno Jean Loriot-Boulle, viudo de Françoise-Caroline, la sobrina y casi hija adoptiva del escritor. Ingeniero primero, antes de convertirse en escritor, entre ambas ocupaciones coló subrepticiamente un tercer trabajo muy adecuado para un hombre tranquilo: el de espía. Trabajando como ingeniero en una plantación de caucho en Malasia durante la Segunda Guerra Mundial, la ocupación nazi de su país le indujo a unirse a la Misión de la Francia Libre en Singapur, operando como agente secreto con un pasaporte británico falso hasta que fue capturado y sometido a trabajos forzados durante dos años.

El planeta de los simios (1968)

Cuatro secuelas siguieron a la película original desde 1970 hasta 1973: Bajo el planeta de los simios, Fuga del planeta de los simios, La conquista del planeta de los simios y La batalla por el planeta de los simios. No se acercaron a la aclamación de la crítica del original, pero tuvieron éxito comercial, dando lugar a dos series de televisión en 1974 y 1975. Los planes para un remake cinematográfico se estancaron en el “infierno del desarrollo” durante más de diez años antes de que el Planeta de los Simios de Tim Burton se estrenara en 2001. En 2011 se inició una serie de películas de reinicio con Rise of the Planet of the Apes, a la que siguieron Dawn of the Planet of the Apes en 2014 y War for the Planet of the Apes en 2017. Las películas han recaudado un total de más de 2.000 millones de dólares en todo el mundo, frente a un presupuesto combinado de 567,5 millones de dólares. Además de otras narraciones en diversos medios, la franquicia cuenta con videojuegos y juguetes.

El Planeta de los Simios ha recibido especial atención entre los críticos de cine por su tratamiento de las cuestiones raciales. Los analistas cinematográficos y culturales también han analizado los temas de la Guerra Fría y los derechos de los animales. La serie ha influido en posteriores películas, medios de comunicación y arte, así como en la cultura popular y el discurso político.