Como quitarle los mocos a un bebe

Cómo sacar los mocos de la nariz del bebé sin jeringuilla

Un rito común de paso a la paternidad es limpiar la nariz del bebé por primera vez. Puede dar miedo y a menudo hay que llorar. Pero no te preocupes, será más fácil. Con suerte, estos remedios caseros naturales pueden ayudar a que la experiencia sea un poco menos estresante y te ayuden a limpiar la nariz de tu bebé como un profesional.

Aparte de los signos evidentes de un resfriado o una infección, si tu bebé resopla, tiene una respiración ruidosa, le cuesta alimentarse o está muy irritable, podría deberse a que tiene la nariz tapada. Otra señal de que tu bebé está congestionado es que respira por la boca.

Si tu bebé está realmente congestionado y tiene problemas para respirar, puede ser un poco preocupante, sobre todo a la hora de dormir y comer. Aquí tienes algunas formas naturales de ayudar a despejar la nariz de tu bebé, para que ambos se sientan aliviados.

Intenta inclinar la cabeza de tu bebé hacia atrás y rociar o exprimir un par de gotas dentro de la nariz. A continuación, hazle pasar un rato boca abajo o ponle de lado para que drene la mucosidad. Ten a mano un pañuelo suave para limpiarle la nariz.

Cómo sacar los mocos de la nariz del bebé con la boca

Succionar los mocos de la nariz del bebé facilita su respiración y su alimentación. Succiona a tu bebé antes de alimentarlo. Limpiar la nariz del bebé antes de alimentarlo le ayudará a chupar y comer más fácilmente.

Succiona a tu bebé antes de alimentarlo. Al limpiar la nariz del bebé antes de alimentarlo, podrá succionar y comer más fácilmente. (Si succiona después de que el bebé se haya alimentado, la combinación de suero salino y succión puede provocar vómitos).

Lava el frasco, el cuentagotas y la pera jeringa con agua tibia y jabón después de cada uso. Apriete la pera varias veces en el agua jabonosa para limpiar la mucosidad, agitándola dentro de la pera antes de exprimirla. Aclarar con agua limpia repitiendo el mismo proceso varias veces.

Precaución: Recuerde utilizar gotas de suero fisiológico y realizar la aspiración antes de la alimentación. La combinación de suero salino y succión puede provocar vómitos. La succión también facilitará la respiración del niño durante la alimentación.

El bebé parece congestionado pero no tiene mucosidad en la nariz

Una de las dolencias más comunes a las que se enfrentan los recién nacidos es la congestión. Si tienes un bebé congestionado entre manos, probablemente estés preocupada y busques formas de ayudar a tu pequeño a respirar mejor. ¡Estás de suerte! Este post de los expertos en bebés de Mustela te lo explica.

Es importante identificar el tipo de congestión que molesta a tu bebé para saber cómo cuidarlo correctamente. Los dos tipos de congestión que más pueden afectar a tu bebé son la congestión nasal y la congestión torácica.

La congestión nasal es la más común de las dos. En el caso de la congestión nasal, tu bebé tendrá la nariz tapada o congestionada. Esto puede dificultar la alimentación de tu bebé, aunque seguirá mostrando interés por las tomas.

Si la congestión se produce en el pecho, significa que hay líquido en los pulmones o en las vías respiratorias. Este tipo de congestión puede asustar, pero respira hondo porque es la menos común de las dos, especialmente en los bebés pequeños.

Los bebés se enfrentan a un gran número de enfermedades en su primer o segundo año de vida. Desde afecciones de la piel, como eczemas y sarpullidos, hasta el resfriado común y otras infecciones comunes, los bebés lo pasan mal al principio debido a la debilidad de su sistema inmunitario. Un bebé congestionado es casi tan común como un bebé con los senos nasales despejados.

Cómo desatascar la nariz del bebé nhs

Cuando tienes un bebé, hay muchos sonidos que no te cansas de escuchar, como esos adorables chillidos, arrullos y gruñidos. Pero si tu bebé tiene la nariz tapada y parece que le cuesta respirar, hasta el padre más experimentado puede preocuparse.

Una forma de añadir humedad es con un humidificador. Coloca un humidificador de vapor frío en la habitación del bebé, cerca de la cuna, pero fuera de su alcance. Límpialo y sécalo regularmente para evitar que crezcan bacterias o moho en su interior.

“A veces es difícil saber si un recién nacido está enfermo”, dice el Dr. Danan. “Un simple resfriado puede convertirse en algo más grave, como un crup o una neumonía. Si a tu bebé le cuesta respirar o parece respirar rápidamente, ponte en contacto con tu pediatra de inmediato.”