Como trabajar con un niño con paralisis cerebral en el aula

parálisis cerebral en la primera infancia

La parálisis cerebral es un trastorno motor resultante de un daño cerebral que se produce antes, durante y después del nacimiento. La parálisis cerebral es la discapacidad motora más común en la infancia y se calcula que 1 de cada 323 personas ha sido identificada con parálisis cerebral.

Dado que la parálisis cerebral es el resultado de un daño en el cerebro, afecta a cada persona de forma diferente, desde síntomas graves a leves. Se calcula que muchos niños con parálisis cerebral tienen también al menos una enfermedad concurrente. Por ejemplo, el 41% tiene epilepsia concurrente y el 40% de los niños tienen una discapacidad intelectual.

 

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La parálisis cerebral describe un trastorno que afecta a la forma de moverse de una persona. La parálisis cerebral se produce cuando hay daños en el cerebro durante su desarrollo y afecta a la capacidad del niño para controlar sus músculos. Es la forma más común de discapacidad física en la infancia.

Un niño con parálisis cerebral puede tener problemas de debilidad y rigidez muscular. Algunos niños pueden tener problemas de lentitud o temblor, y es posible que no puedan controlar su movimiento. El equilibrio, la coordinación y la marcha también pueden ser difíciles. La parálisis cerebral puede afectar a distintas partes del cuerpo. Algunos niños pueden tener problemas de control motor en un lado del cuerpo, otros pueden tener problemas en ambos lados y otros pueden tener problemas que afectan sólo a la parte inferior del cuerpo.

Aproximadamente un tercio de los niños con parálisis cerebral padecen también epilepsia, lo que significa que tienen convulsiones recurrentes. Hay diferentes tipos de epilepsia, y afectan a los niños de diferentes maneras. Algunos niños pueden tener la mirada perdida o parecer que sueñan despiertos durante un ataque. Para algunos niños, un ataque puede implicar rigidez o movimientos espasmódicos. Algunos niños se beneficiarán de la medicación, lo que significa que las convulsiones pueden ser poco frecuentes. Si un niño de tu grupo tiene epilepsia, pregunta a sus padres y a su equipo de apoyo cómo puedes reconocer una crisis y qué hacer.

cómo hacer que tu aula sea inclusiva para los alumnos con parálisis cerebral

¡Feliz martes, lectores del Laboratorio de Inclusión! Hoy me complace dar la bienvenida al equipo del sitio web Cerebral Palsy Guidance. Están aquí para desmentir algunos mitos y compartir las 6 cosas más importantes que los educadores deben saber para que sus aulas sean más inclusivas para los alumnos con parálisis cerebral. Siga leyendo para conocer sus ideas y consejos prácticos.

Muchos niños con parálisis cerebral tienen necesidades especiales, pero esas necesidades varían según la persona. Algunos niños que padecen esta enfermedad no progresiva, pero que dura toda la vida, tienen discapacidades mínimas, mientras que otros siempre tendrán dificultades para ser independientes. A pesar del grado de discapacidad, los niños con parálisis cerebral siempre tienen menos posibilidades de ser incluidos en las actividades, incluso en la escuela. Para asegurarse de crear aulas inclusivas, los educadores deben conocer mejor la enfermedad y a cada uno de los niños que la padecen.

La parálisis cerebral es una condición que resulta de un daño cerebral o una malformación del cerebro. Suele producirse durante el parto o el desarrollo fetal. Es una discapacidad neuromuscular que no tiene cura, pero no es progresiva y puede tratarse con diversas terapias e intervenciones. La parálisis cerebral afecta en gran medida a la capacidad de mover y controlar los músculos, la postura, el equilibrio y la coordinación.

implicaciones educativas de la parálisis cerebral

Las partes del cuerpo afectadas por la parálisis cerebral, el nivel de gravedad y la combinación de síntomas pueden variar en cada persona. Por ejemplo, una persona puede tener debilidad en una mano y encontrar difíciles tareas como escribir o atarse los cordones de los zapatos. Otra persona puede tener poco o ningún control sobre sus movimientos o su habla y necesitar asistencia las 24 horas del día.

Las personas con parálisis cerebral pueden experimentar movimientos incontrolados o impredecibles, los músculos pueden estar rígidos, débiles o tensos y, en algunos casos, las personas tienen movimientos temblorosos o temblores. Las personas con parálisis cerebral grave también pueden tener dificultades para tragar, respirar, controlar la cabeza y el cuello, controlar la vejiga y el intestino, comer y tener problemas dentales y digestivos.